Calella, España, en la costa de Barcelona-Maresme, es la sede de la carrera de fin de temporada de IRONMAN más popular de Europa. La prueba destaca por su natación en la bahía, un segmento de ciclismo rápido y una carrera a pie llana, lo que permite tiempos por debajo de las 8 horas y la convierte en un lugar ideal para récords personales. El evento culmina con el sol español, una meta en la playa y una animada fiesta.